RECUERDO A MICA - 1992 - CLARA EISMAN PATÓN

                        HOY HAGO UN RECUERDO A UNA PERRITA DE NOMBRE MICA. ERA EL AÑO 1992. YO VIVÍA EN BARCELONA, Y CÓMO SIEMPRE ME HA GUSTADO GRANADA CAPITAL. FUI A PASAR UNOS DÍAS A ESTA CIUDAD MÁGICA Y LLENA DE ENCANTO. PASEABA YO UN DÍA POR EL ZACATÍN, Y VI A UNA JOVEN QUE TOCABA LA FLAUTA PIDIENDO UNA LIMOSNA, TENÍA A SU LADO UNA PARRA DE CRUCE DE PASTOR ALEMÁN. TENÍA EN LA BOCA UN PLATILLO  DE PLÁSTICO PARA QUE DEPOSITARAN LAS MONEDAS DENTRO.  ME HIZO GRACIA POR LA MANERA QUE PEDÍA PARA SU DUEÑA. ME ACERQUÉ Y LE PREGUNTÉ A LA JOVEN CÓMO ERA EL NOMBRE DE LA PERRITA. MICA, ME CONTESTÓ ELLA.  LE PUSE UNAS MONEDAS EN EL PLATILLO Y ME FUI.  AL DÍA SIGUIENTE VOLVÍ A PASAR POR ESE LUGAR DE COMERCIOS. LA JOVEN Y MICA ESTABAN EN EL MISMO LUGAR PIDIENDO.  YO SABÍA EL NOMBRE DE LA PERRITA Y ME DIRIGÍ A ELLA NOMBRÁNDOLA.  EN ESE MOMENTO SOLTÓ DE SU BOCA EL PLATILLO Y LAS MONEDAS SALIERON RODANDO.  YO FUI A COGERLAS, HABÍA SIDO YO LA CULPABLE DE QUE OCURRIERA.

               MICA VINO A DONDE YO ESTABA Y SE PUSO A MI LADO, PIDIENDO DE QUE FUERA YO SU AMA. SENTÍ MIEDO POR ELLA, NO FUERA SER QUE LA CASTIGARAN CUANDO LLEGARAN A SU DOMICILIO. YO DONÉ MÁS MONEDAS PARA QUE ESO NO OCURRIERA.  LA JOVEN EMPEZÓ A CONTARME SU VIDA, REAL MENTE DABA PENA, LA JUNTA DE ANDALUCÍA LE HABÍA QUITADO LA CUSTODIA DE SU NIÑA DE DOS AÑOS DE EDAD. ELLA LLORABA MIENTRAS ME LO CONTABA. ME DIJO, QUE VIVÍA UN UN HOMBRE PADRE DE SU HIJA, ÉL PEDÍA POR OTRO LADO DE GRANADA. LA CREÍ SINCERA, ELLA NO CESABA DE LLORAR MIENTRAS ME LO CONTABA.  

             ESE DÍA MICA NO ESTABA PIDIENDO, NO SE SEPARABA DE MÍ. YO LES DEJÉ MÁS MONEDAS POR EL RATO QUE MICA NO PEDÍA.  ME FUI. ESA NOCHE LA PASÉ PENSANDO EN LA PERRITA, EL DESTINO QUE HABÍA TENIDO, ERA MUY INTELIGENTE.

   
             AL DÍA SIGUIENTE VOLVÍ, NECESITABA SABER CÓMO IBA MICA. ELLA ME APERCIBIÓ A LO LEJOS, TIRÓ EL PLATILLO Y VINO A MI ENCUENTRO. ESTABA MUY CONTENTA DE VERME Y, YO TAMBIÉN DE VERLA A ELLA. LLEGAMOS HASTA DONDE ESTABA LA JOVEN, ELLA ME DIJO.  MICA YA NO HACE CASO DE MÍ, SÓLO QUIERE SEGUIRLA A USTED.  EL RATO QUE YO ESTABA ALLÍ, MICA NO PEDÍA, SE QUEDABA A MI LADO. SENTÍ MUCHA PENA POR ELLA, Y PENSÉ LO CRUEL QUE PUEDE SER LA VIDA.  MICA SE HIZO ILUSIÓN DE VENIRSE CONMIGO, Y CREÍA QUE IBA A SER ASÍ, PERO LA REALIDAD ES OTRA, TANTO PARA ANIMALES COMO PARA PERSONAS.


              DOS DÍA MÁS TARDE YO VOLVÍA PARA BARCELONA. AL DÍA ANTERIOR PASÉ PARA VERLA. COMPRÉ COMIDA PARA LA JOVEN Y LE DI MÁS MONEDAS. AQUÍ ME DESPEDÍ DE ELLAS.  YO LLEVABA LÁGRIMAS DE PENSAR QUE SIEMPRE HASTA EL RESTO DE SU VIDA ESTARÍA RODANDO CON ESAS PERSONAS.
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              YA HAN PASADO DIECISÉIS AÑOS, Y TODAVÍA ME ACUERDO, Y PIENSO, QUE YA ESTARÁ EN SU REINO JUGANDO CON LOS DEMÁS PERRITOS. ESO ME HACE FELIZ.